martes, 15 de diciembre de 2009

¡Salud!


15 de diciembre, ya puedo sentir hace días la enrome sensación que
me produce fin de año. Sera porque de pequeño esta fecha era muy
esperada, pura diversión, mucho mas que algún que otro domingo en
familia, sino la fiesta del año, la casa de la abuela, los primos, juegos artificiales, almendras, nueces y castañas, todo ganancia, hasta casi ni importaba lo que traía papa Noel, bueno si un poco si jeje, hoy la totalidad de esa sensación de felicidad estacional continua, con primos o sin primos y hasta con familia o sin familia. Camino por las calles y veo caras en general, bastante felices, haciendo compras, algunos compran mas algunos menos pero todos se preparan con cierta felicidad para la ocasión. Y en plena fiesta, ver a la totalidad del planeta celebrando, no tiene precio. Puede venir de sorpresa algún familiar nefasto, podes perder el corazón debajo de la mesa y hasta alguien quisas lo pise, te puede atropellar un ebrio con el auto o una bengala se te puede incrustar en el cuello, la fiesta no altera el curso de las cosas, pero la ilusión de la gente se hace notar, esa chispa que se prende en todos, hasta en los oprimidos y los angustiados, hasta ellos se toman una tregua para celebrar, un año mas y estamos acá, llorando o riendo, pero estamos, nada mas importante que estar, para poder ser. ¿ Y vos ? ¿ que querés ser ? ¿ sos lo que querés ser ? ¿ sos como querés ?. No esperes a que el año que viene sea mejor, hace que sea mejor.
A veces pienso que tal ves, si todos tomaríamos conciencia mas de una ves al año, de lo valioso de esta existencia y las posibilidades que la misma nos brinda, seria un buen comienzo.

jueves, 10 de diciembre de 2009

darkness time

Mi pieza, al fin pude despertar de esa pesadilla, pareciera que estuve durmiendo hace años, me siento en la cama y me pregunto, ¿ y ahora que ? ya veremos me respondo, voy en busca de algo que tomar, mi garganta se encuentra exhausta, es como si que hubiese gritando parte de la noche. En la oscuridad puedo ver, no porque conozca mi casa, sino que es una habilidad que desarrolle en estos últimos tiempos, sin temor a la actividad paranormal ni a un simple tropiezo, camino tranquilo, la angustia ya paso los miedos se fueron a desafiar otras almas. Ya en el living, la incertidumbre se hace presente, se que es ella, la conozco, pero no puedo
describirla, me sirve un café, muy agradable, de sabor intenso y
un aroma casi conmovedor, no dijo nada por supuesto, solo tomamos café. De pronto un reflejo, volteo para ver de que se trata, una luz paso por la ventana me acerque tímidamente y se quedo estática frente a la misma, sus luz me conmovió, una sensación agradable invade mi ser, le di un beso a través del vidrio, creo que le gusto porque su luz brillaba aún mas intensamente, creo que ella no savia que podía aumentar sus lúmenes a tal punto porque una extraña mezcla se fascinacion y susto quedo impresa en su rostro, lentamente quise abrir la ventana e invitarla a pasar, aunque sea un momento, no podría acostumbrar mis ojos a tanta claridad así derrepente, pero se alejo tan gradualmente como yo abría la ventana, me costo un poco terminar de abrirla, estaba un poco trabada, la madera se había hinchado por las tormentas de estos últimos tiempos. Cuando logre hacerlo casi ni se veía ya, me asome con precaución, no quería caer al patio de abajo, forcé un poco la vista pero nada, se había ido ya, deje la ventana entreabierta, las tormentas ya pasaron, no puede llover por siempre. Volví a ese oscuro living y la incertidumbre seguía allí, me miro y se sonrió, pero no con zozobra, sino con la risa de un anciano como diciendo, yo ya estuve ahí, esta historia la conozco. Su jarra de café era aun mas grande de lo que recordaba. Me preguntaba como mantenía el café a esa temperatura ideal en una jarra tan grande, jamas respondió por supuesto, pero de seguro le sobran los recursos, por un momento pensé en retomar aquella pesadilla e intentar convertirla en un sueño agradable y ahí es cuando la lógica apareció, vestida de blanco como queriendo iluminar la habitación, se sentó en la mesa, alado de la incertidumbre y me ofreció algo para comer, un banquete lógicamente exquisito, tenia
mucha hambre, no había tomado conciencia es esto anteriormente, el café de la incertidumbre ya me estaba causando acidez. Luego de comer sentí una tremenda calma, la incertidumbre no se fue, pero ya no tome su café, preferí el postre de la lógica y volví a la cama a dormir ya sin pesadillas, soñando en mañana e invocando al amor para que me prepare la cena algún día.